El Consejo Mexicano de la Carne (ComeCarne) presentó los principales resultados del estudio Mercado Consumidor de Proteína Cárnica en México 2025, en el que se confirma que los productos cárnicos continúan siendo la categoría de mayor peso en el gasto alimentario de las familias mexicanas, representando el 35,2 % de su presupuesto para alimentos.
Entre 2022 y 2024, el gasto en productos cárnicos aumentó en 121 pesos (6 €) en términos reales, equivalente a un alza de 2,8 %, mientras que el gasto total en alimentos se incrementó 3,1 % (386 pesos / 19 €). A la par, las compras de proteína cárnica crecieron en volumen: la carne de vacuno avanzó 2,8 %, la de cerdo 2,5 % o la el pollo un 2,9% .
Este comportamiento refleja que, pese al contexto inflacionario de los últimos años, los hogares mexicanos han sostenido e incluso ampliado su ingesta de proteína animal, consolidando a la carne como un componente esencial de la dieta cotidiana.
Más proteína al alcance de más hogares
El volumen promedio adquirido semanalmente entre agosto y octubre de 2025 fue de 3,1 kilogramos de proteína cárnica por hogar, 5,6 % más que en 2022. En cuanto a la preferencia por tipo de carne, el pollo lidera con el 43 % de las compras, seguido por la carne de vacuno con 22 % Y la de cerdo con 16 %. Estos datos confirman la posición del pollo como la proteína más accesible y de mayor penetración en el mercado mexicano.
Elaborados cárnicas
Dentro de los elaborados, las salchichas se posicionaron como el producto de menor precio promedio, con 103 pesos (5,15 €) por kilo en 2024, aunque con diferencias de hasta 45 pesos (2,25 €) entre los puntos de venta más baratos y los más caros. La longaniza se ubicó como la segunda opción más asequible, con un promedio nacional de 110 pesos (5,50 €) por kilo. Este abanico de precios muestra cómo los factores de comercialización influyen en la accesibilidad de los productos y en su incorporación cotidiana a la dieta de las familias.
Para ComeCarne, el Mercado Consumidor de Proteína Cárnica en México 2025 aporta una visión actualizada del peso de la carne en la alimentación nacional. El análisis cuantitativo y cualitativo permite comprender la evolución de los patrones de compra, el alcance de los productos en distintos segmentos socioeconómicos y la importancia de la red de comercialización para atender la demanda.



